venerdì 12 marzo 2010

V Premios Acid Jazz Hispano 2009: Los Ganadores









Ya conocemos los ganadores de la quinta edición de los Premios Acid Jazz Hispano, cuyo plazo para votar acabó el 2 de Marzo del 2010. El principal triunfador de los V Premios Acid Jazz Hispano 2009 es el grupo venezolano Los Amigos Invisibles, que obtiene cuatro premios, incluyendo los dos más importantes, mejor álbum y mejor artista del año, además del de mejor tema, por Viviré para ti, que figura en el disco ganador, Commercial. También han ganado, en las diversas categorías, Havana Cultura: New Cuba Sound, compilada por Gilles Peterson; el sello Freestyle Records; el grupo revelación Los Fulanos; la sala Boogaclub; la revista Soul Nation; el festival Imágina Funk 2009; el pinchadiscos Sr. Lobo; Fundación Tony Manero... Felicidades para el resto de premiados y para todos los que estuvieron nominados. Ver ganadores.

Crítica de Smile, de Skeletons


Skeletons.
SMILE.
Impossible Ark Records/ Unfold Records. (UNFOLDCD010)
Edición: 1 Marzo 2010.
Estilo: Afro-Jazz; Afro-Funk; Nu-Jazz.
Interesará a…: los que crean en el (buen) collage musical.

Aunque tras escuchar su álbum debut, Smile, resulta difícil creerlo, Skeletons no es el nombre de una banda de jazz de Etiopía o algún otro país africano, sino un curioso proyecto del británico Benedic Lamdin, que seguramente te suene por su nombre artístico Nostalgia 77 (altamente recomendado seguir sus aventuras en Tru Thoughts). Quiere eso decir que este disco fue enteramente creado por él en su estudio, a partir de grabaciones no empleadas en sus álbumes o en los de los artistas que produjo. Es un ambicioso collage musical que aprovecha el enorme disco duro del que debía disponer por entonces, todas aquellas grabaciones que recopiló de los músicos que pasaron por su estudio pero que finalmente no fueron utilizadas. Es una obra, en definitiva, que convierte la papelera de reciclaje en material creativo. Otro artista hubiera borrado hace tiempo todos esos archivos sobrantes, pero no un trabajador nato como Benedic Lamdin. Basta repasar su discografía, desde que debutó en el 2002 hasta el momento de la edición de Smile, para darse cuenta de que el británico había pasado mucho tiempo en su estudio, casi siempre rodeado por otros intérpretes. Además de sus creaciones como Nostalgia 77, que por entonces sumaban ya siete LPs, había producido a Lizzy Parks, y había participado, como ingeniero, productor, o ambas cosas, en cada una de las referencias del sello que codirigía, Impossible Ark Records, incluyendo el personal álbum Strange Faith And Practice (2009), de Jeb Loy Nichols. Y aún así había encontrado tiempo para colaborar con Natural Self en The Broken Keys. Pues bien, dado que la mayor parte de esos discos eran de índole jazzística, grabados gracias a la participación de numerosos intérpretes, es inevitable que su estudio casero estuviese repleto de fragmentos instrumentales.

Entre la gestación de ambiciosos álbumes, como su colaboración con Keith y Julie Tippet en Nostalgia 77 Sessions Featuring Keith & Julie Tippet (2009), y sus múltiples aportaciones para los trabajos de otros artistas, es comprensible que Benedic Lamdin sintiese la necesidad de relajarse, y lo que él hacía para despejar su mente era seguir frente a la pantalla del ordenador, hurgar en la carpeta de descartes e ir creando temas como si de un puzzle/ collage musical se tratase. Dado que disponía de patrones rítmicos, metales, cuerdas…, en definitiva, una gran librería de fragmentos instrumentales, le bastaba con aplicar su talento y experiencia para ir dando forma a piezas de jazz de influencia africana. Es un proceso cercano al corta y pega de samples, pero sin serlo estrictamente, pues aunque ningún músico grabó expresamente para Smile, tampoco empleó fragmentos musicales ajenos o que hubiesen figurado antes en otro disco, de modo que no puede hablarse de sample. Lo seguro es que sí retoma el modo de producción del nu-jazz, de la electrónica en general, pues se trataba de combinar pasajes instrumentales con la ayuda de un software. En cierto modo, para Benedic Lamdin debió de suponer un retorno a sus inicios, pues así concibió sus dos primeros álbumes, los interesantísimos Songs For My Funeral (Tru Thoughts, 2004) y The Garden (Tru Thoughts, 2005).

No obstante, el resultado es muy distinto al de esos dos trabajos o al de cualquier disco de la esfera nu-jazz. No tiene que ver con la estética electrónica, pues sí empleó el proceso creativo del género pero no elementos electrónicos, y sí suena, en cambio, como lo haría un grupo de jazzmen que interpretase música conjuntamente. Al escuchar piezas como Positive Force, Over The Bridge o Mulatu (seguramente dedicado a un referente obvio, Mulatu Astatke), asombra que fuesen construidas por una sola persona en la soledad de su estudio, sin que intervengan instrumentistas que interaccionen entre sí. Ese proceso casi mágico alcanza el más difícil todavía con el maravilloso corte final, Adam And Eve, en el que Benedic Lamdin/ Skeletons suma un componente más, la voz de la gran Alice Russell. Al estar presentada su participación como “the voice of” (la voz de), es de suponer que la cantante británica no grabó ese fragmento vocal expresamente para Smile, sino que ese es otro de los descartes hábilmente rescatados.

Una consistente sorpresa.

Este es el tracklist del CD:

1. Positive Force.
2. Marathon Man.
3. Mr Mystery.
4. 50 Degrees.
5. Gravel.
6. Firesticks.
7. Over The Bridge.
8. Skeletons.
9. Guadelupe.
10. Mulatu.
11. Blood.
12. Adam And Eve feat. the voice of Alice Russell.

Duración total: 44:35

9/10




Escrito por Santiago Tadeo Cervera para la web Acid Jazz Hispano.

Soulive


Soulive es un conjunto estadounidense formado por los hermanos Alan Evans (batería) y Neal Evans (órgano Hammond) y por Eric Kasno (guitarra). La estructura, el núcleo, es la de un trío de órgano al estilo clásico, pero su propuesta no tiene nada de retro, pues su propósito es justamente reinterpretar sus influencias clásicas desde una perspectiva innovadora y renovadora. Tiene tanto de tradición como de modernidad, tanto de aroma clásico como de ruptura. Del mismo modo que atrae a los amantes de la música de Prestige Records o Blue Note de los años 60/70, es decir, la de artistas como John Patton, Grant Green, Jimmy McGriff o Jimmy Smith (influencias evidentes del trío que nos ocupa), también encuentra su público entre los que ignoran los hallazgos de estos grandes del jazz pero sí aprecian el hip hop, las jam bands o, de manera más amplia, las nuevas tendencias en materia de música negra. La música de Soulive es como tomar el soul jazz y el jazz-funk clásicos e incorporarle la actitud del jazz fusión de los 70, pero pasado por el hip hop instrumental de The Roots, la compenetración y sentido de la aventura de Medeski, Martin & Wood, el neo-soul de D’Angelo, el toque funky-lúdico de John Scofield y el carácter bailable y energético del acid jazz de Groove Collective. Se pueden sustituir estas comparaciones por otras similares, pero lo esencial es que Soulive es uno de los tríos más estimulantes y recomendables de la escena negra contemporánea, que ha reescrito el trío de órgano clásico. De hecho, ni siquiera se ha limitado siempre a ese formato, pues regularmente ha incorporado vocalistas, secciones de metales e, incluso, un puntual cuarto miembro, el saxofonista Sam Kininger. Los propios interesados reconocen su variedad estilística: “jazz, hip-hop, rock, soul, funk, R&B, blues – musicalmente hablando, no hay mucho que la banda no haya hecho”. Imprescindible.

Soulive se formó en Marzo de 1999, cuando los tres miembros se reunieron por primera vez en un estudio casero y grabaron varios temas para lo que, originalmente, iba a ser una demo. [Antes de eso, los hermanos Evans habían formado parte del grupo Moon Boot Lover (Alan había sido también colaborador de The Greyboy Allstars) y Krasno había creado el grupo Lettuce]. Esas primeras grabaciones, no obstante, acabaron recopiladas en su álbum debut, Get Down!, editado en 1999 por Velour Recordings. Le siguió, un año después, el segundo trabajo de estudio, Turn It Out, también para Velour Recordings, con Sam Kininger, John Scofield y Oteil Burbridge como invitados. Debido a la repercusión de esta segunda referencia, Bruce Lundvall fichó al trío para Blue Note, de modo que “se unió al rango de Miles Davis, John Coltrane, Jimmy Smith, Wayne Shorter y Grant Green”, además de incorporarse al sello justo cuando éste ampliaba su nicho de mercado gracias al éxito de Norah Jones. En Blue Note editó tres álbumes: Doin’ Something (2001), Next (2002) y el directo Soulive (2003), recopilados, en el 2005, en Steady Groovin’. Entre tanto, su primera discográfica, Velour Recordings, sumó una nueva referencia a su discografía, el recopilatorio de remezclas Turn It Our Remixed (2003). En el 2005, debutaba en Concord Records con el álbum de estudio Break Out y, en el 2007, se convirtió en el primer grupo en incorporase a la nueva etapa del reactivado sello Stax Records. Con No Place Like Soul, añadía su nombre a un catálogo que incluye las obras de Isaac Hayes, Sam And Dave u Otis Redding, entre otros grandes. A finales del 2009, como celebración de su décimo aniversario, inauguró su propia discográfica, Royal Family Records, con la edición de su séptimo álbum de estudio, Up Here, licenciado, para el Reino Unido y Europa, por Freestyle Records. Un mes antes, presentó, digitalmente, el directo Live In San Francisco.

A lo largo de su carrera, y sin contar los diversos proyectos o aventuras en solitario de los tres miembros, Soulive ha colaborado con multitud de destacados artistas. Ha compartido estudio con Chaka Khan, Dave Matthews, Talib Kweli, Black Thought (de The Roots), Amel Larrieux, Corey Glover (de Living Colour), Reggie Watts, Ivan Neville, Toussaint, The Shady Horns o Nigel Hall, ha sido telonero de The Rolling Stones o Maceo Parker, ha compartido gira con Stevie Wonder, ha sido remezclado por DJ Spinna o DJ Krush y ha desarrollado relaciones musicales con Derek Trucks, Susan Tedeschi, Robert Randolph, Joshua Redman, Kenny Garrett, Fred Wesley o The Roots, entre otras propuestas.